Racismo. Racismo. Racismo. Tema habitual en pleno siglo XXI.

Ya desde que el hombre vive en sociedad el ser humano de color oscuro ha sido considerado inferior, tratado como pura basura y usado como simple herramienta. Los americanos en el siglo XIX los seguían tratando así. Por suerte, más bien por coherencia, Abraham Lincoln los liberó. Sin embargo dos siglos después votan a un racista que a saber que hará con estas pobres PERSONAS. También un loco en la primera mitad del vigésimo siglo arremetió contra ellos. El racismo es un cáncer incurable, una enfermedad cuya cura tenemos cada uno de nosotros y sin embargo no la usamos.

El sábado estuve cenando en un bar frecuentado por personas de etnia negra. Los comprendí. Antes de eso yo no era racista, nunca lo he sido y nunca lo seré, sin embargo, el sábado comprendí finalmente a estas personas que luchan por su igualdad. En ese bar el raro era yo, éramos mis amigos y yo la minoría. No pude evitar sentirme raro. Y no debo. ¿Por qué por un simple color de piel son distintos o yo soy distinto? Estábamos disfrutando del fútbol como personas, porque eso somos, personas. No hay nadie superior a nadie, es más, los primeros pobladores eran negros. En ese bar pude empatizar con ellos.

«¿Y yo soy negro/a o qué?». Frase muy repetida que incluso yo he usado. Aunque creamos que es una frase de broma, seguro que preguntas a cualquiera el por qué la dice y contestará: «es un decir». Pese a no decirla con intención despectiva, ya de por sí lo es.

Hace unos días ha salido en la televisión un niño llamado Etienne. Juega al fútbol en Cádiz y es insultado en muchos partidos por ser de un color distinto. Injustificable. (Pinchad aquí para saberlo todo sobre ETIENNE ).

Cada día hay problemas similares y esto parece algo normal para algunos. Quiero usar una canción de Malú en la que no se refiere a nada del racismo pero no obstante me es útil: «Tú dices blanco, yo digo negro». Yo digo PERSONA. Los que tratan como excrementos a estos seres humanos lo hacen porque tienen un color distinto, lo que no piensan es que lo distinto entre ambos, es que esos que insultan son malos, o están equivocados, ellos son la mierda.

Comen, beben, duermen, sienten, se equivocan. Son negros, soy blanco, pero NO hay ninguna diferencia. Me aferro al verde esperanza para que este virus interminable termine.

Morgan Freeman dijo: «Yo dejo de llamarte hombre blanco y tú deja de llamarme hombre negro». Yo digo: Llamémonos personas.