El caparazón de la tortuga

Feliz día de la madre

by Diego, la tortuga sin caparazón | 3 May 2020 | Debates sociales | 0 comments

Hoy es tres de mayo. Un día muy importante y el aniversario de varios acontecimientos históricos, como los fusilamientos del tres de mayo en Madrid, el fin de ETA hace dos años, etc. Pero hoy no se celebra esto. Hoy es el primer domingo de mayo, y como cada año, en este primer domingo del quinto mes se homenajea a todas las madres.

Madre tiene muchos sinónimos según el momento, la jerga: mamá, mami, vieja, progenitora… pero solo mamá aparece en el diccionario como sinónimo. Me gustaría añadir los sinónimos «vida» y «gracias». Ambos son una madre. Junto a nuestro padre, nos crea y nos da forma. Y la vida es lo más importante de la vida, y por ello hay que darle las gracias.

Algo increíblemente frustrante es no acordarse del día de nuestro nacimiento. Nuestro cuerpo sí lo recuerda. Los primeros brazos que estrujan nuestro pequeño cuerpo es el de nuestra madre, y los primeros labios que tocan nuestra cabeza son los de ella, los de mamá.

A la mía tengo que agradecerle todo lo que hace por mí día a día. Esas comidas insuperables que bien podrían tener cinco estrellas Michelín. Las tardes sentada junto a mí ayudándome con los ejercicios de Cono. Las veinte veces que me hacía la misma pregunta hasta que respondía bien. Tengo que agradecerle por mostrarme qué es el amor, porque a veces, parece que a todos se nos olvida cuál es el primer amor de nuestras vidas: mamá. Ella es la primera persona a la que queremos más que a nosotros mismos, la primera que, sin obligarnos, hace que antepongamos su vida a la nuestra, porque nuestra vida es vida porque ella nos la dio, y jamás vamos a poder devolverle este regalo que, en mi caso, me dio hace casi veinte años.

Tengo que agradecerle todos los amigos y amigas que tengo hoy. Todas las emociones, buenas y malas que me han pasado. Todos los llantos, de alegría y de tristeza, todos esos momentos inolvidables. Incluso tengo que darle las gracias por poder estar aquí, frente a la pantalla del ordenador, y ahora, a las 20:56, escribiendo esto, este texto que es para ella, y para todas ellas. Porque esto es un pequeñísimo resumen de todo lo que he hecho en esta vida gracias a ella.

No puedo omitir también las peleas, insultos, gritos… todas esas disputas con ella, porque la quieres más que a nadie, pero te cabreas con ella más que con nadie. Pero no importa. Te peleas con ella mil veces por quién lleva la razón, y seguro que en la mayoría es ella quien la lleve y seas tú quien crea llevarla, pero así es una relación madre-hijo. O así debería ser.

Te quiero mucho vida. Te doy las gracias, a ti, Pilar, por ser mi madre, y por seguir siéndolo pase lo que pase.

Aquí os dejo un poema que subiré también a mi Instagram: diego_tl_10.

 

Gracias, Vida. 

Eres lo más parecido a un gol de «El Flaco» por la escuadra.

Bonito, sencillo, difícil, pero inolvidable.

Adoro tus broncas con zapatilla en mano y los ojos en sangre.

Me gusta aún más que cambies de género a las palabras.

 

A veces eres preciosa y divina como Britney,

otras tienes una voz más potente que la de Whitney.

En ocasiones pareces una alien que quiere destruir Springfield.

Pero normalmente eres bondadosa y valiente como Winfrey.

 

Aunque algo que en casa es ya un mito

Es tu respuesta a «¿Qué hay de cena? Mamá».

En seguida, rápido y vibrante como la voltereta de Bisbal,

me contestas sin dudar: «Nitos. Cojones de cabrito».

 

Puedes ser amable, estricta, furiosa, divertida.

Pero sobre todo ello eres mi vida.

Por ti disfruto de aquel que conquistó Francia.

Por ti disfruto todo. Para ti. Mamá, Gracias.